venerdì 15 luglio 2011

El verano fue tardío,
correoso, humeante.
el asfalto suspiraba flores
lacias
y abrazaba vapores
de atardeceres cansados.
El aire lento
era calor hecho escultura,
en cada cruce,
entre mis dedos,
bajo las faldas.
Todo tenía sed.
Yo sólo bebía
silencio de canícula
y siluetas pegadas.
No refrescaban,
pero pintaban pautas
de realidad
sobre mis sienes.

2 commenti:

A voi la parola ;)