Sto. Domingo de la Calzada 13/VIII/2010
La catedral está oscura.
Un quejido de sillares y alabastro
me recibe,
quedo y discreto.
Tiene pasillos y una girola.
Me mira, desnuda de liturgias,
y resuena bajo mis sandalias.
Hay reliquias, templetes y retablos
y yo, cansado y más profano
que nunca,
olisqueo ritos y ecos.
Y camino.
Me encantan las catedrales...
RispondiEliminaPara mi cada vez que ingreso a un templo es como entrar a un cuerpo, siempre con la unica intencion de hallar el alma...
RispondiEliminaNo siempre la encuentro...
bienvenido señorito!
RispondiEliminala verdad que ya se le iba echando de menos :P que tal el verano??
y a proposito de las catedrales: el año que viene me voi a Sevilla (pero es un secreto), que por alli son tan religiosos... :P por supuesto estas invitado jeje
un mega saludo!
Pero afuera, en la plaza de Santo Domingo, el sol de agosto hace morir pájaros en pleno vuelo. Seguramente nos cruzamos este verano en la escalinata de la concatedral. Bonita descripción. Salu2
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