de los suelos de mis tobillos
en el lapso de memoria
que me lleva a tus mañanas.
Yo salía de mi cuarto
de puntillas,
tan temprano
que el cielo era una vela de barco
que el cielo era una vela de barco
henchida de grises brillantes.
Los techos altos de mi casa prestada
vibraban en silencio, escondidos
tras las sombras de las ramas
y del alba a medio hacer.
Todos los futuros del mundo
como migas de desayuno,
descolgándose de mis comisuras dormidas.
Reniego de la nieve desde el día
en que dejé de pisarla en tus aceras.
A veces surgen certezas de
los lugares más insospechados:
un minuto sin luz,
un hueco mal cosido,
el clamor de un recuerdo iridiscente:
nunca volveré a tener un invierno
como el tuyo.
mi piace un sacco!!! che belle parole, mi permeto darli un senzo un tanto mio =)
RispondiEliminaperche come te anch'io ho visuto a un bel posto freddo =)