entre compases de seda
y otras divagaciones
terrenales.
Me acuesto con relojes
de piedra
al borde del trampolín.
Hoy no quiero chapuzones,
sólo gotitas de vértigo y sal
perlando mis ánimos
de matrona cariacontecida.
Es la inconsciencia amarga
de las cuatro y cuarto,
canícula, pesadez,
la que me pide
terrones
con
sacárido
y
dextrosa
y
aspartamo
para empapar grises y vacíos.
Esponjas sintéticas
de mis tardes de verano.
Y dejarme llevar.
¡Aaasssúcaaar!
RispondiEliminaJeje.
Besos :)
Yo a esa hora me pido un mug Bodum de doble fondo con té rojo aroma vainilla!
RispondiEliminaYo tb quiero empapar grises y vacíos...
RispondiEliminaMmmm, me gusta; la idea de un chico que no quiera chapuzones... solo sentir el vértigo.
RispondiEliminaDecía la Woolf que la gente quiere "sentir", no importa qué...
Oyes, qué guapetorro que te veo jajjaa
besos
Dejarse llevar como máxima ambición...
RispondiEliminaInteresante he!
RispondiEliminaMe ha gustado mucho.
Saludos!
Bienvenidos los perlados hidratos que alimentan el alma.
RispondiEliminaMi primera visita a tu blog, volveré, me ha gustado pasearlo.
Un beso.
Vacíos y la última frase.Selecciono eso entre todo con lo que me quiero quedar.Que retumbe.
RispondiEliminaMe acuesto con relojes
RispondiEliminade piedra
al borde del trampolín.
Eso me ha encantado nene.
Muámuámuá
me gusta tu estilo. Has escuchado a Maga? Sus letras tienen este gustito tan bueno, escuchalo seguro que te sientes identificado!
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