sabato 22 agosto 2009

Floor

Chundachundachunda.

Cierro los ojos. La gomina y el humo impregnan mis pupilas. Balanceo mi cadera al tiempo que me siento arrollado por una horda, relajada pero decidida, que invade los pocos resquicios de oxígeno que me rodean. Tachúnta-chún. Abro los ojos y reanudo disquisiciones filosóficas en tu oído, elevando el vaso por encima de mi hombro mientras aparto tu melena a golpe de mentón.

Las hordas se suceden, convirtiendo nuestra parcela de suelo pegajoso en una isla de vaivenes junto a la riada de miradas de soslayo, empujones gratuitos y pasos vacilantes. Titirirititití.

3 commenti:

  1. Todo lo que a uno se le puede ocurrir con tan solo cerrar los ojos.

    Un' abbraccione, Orologiao

    José Roberto Coppola

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  2. Cómo me alegra leerte siempre, siempre, siempre.

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A voi la parola ;)