giovedì 8 gennaio 2009

Vinilo:

componente principal de los surcos de tus pupilas, que a veces miran, a veces cantan, a veces dan vueltas para no perder el compás de tus pestañas. Lo que hacen siempre es sonar. Porque tus ojos suenan, chisporrotean como los discos antiguos y luego se entregan a las melodías que les dictan tus párpados. Lo peor es que a veces se rayan de tanto escucharlos. Y la aguja, que es tu dedo, quién si no, ya no se posa delicada sobre la intuición curvilínea que es tu ceja, sino que se arrastra obcecada, intentando añadir nuevos surcos al longplay de tu iris azabache...

5 commenti:

  1. Siempre me gustaron los tocadiscos.

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  2. Pues preciosos ojos deben de ser esos :)
    (y gracias!! )

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  3. qué bonita definición, a Palacios seguro que le gustaría ;-)

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  4. Ese sonido tan especial que es imposible sustituir por ningún otro reproductor de música, por muy mp3 que sea...

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A voi la parola ;)